FRESCOS RENACENTISTAS DE SAN JUAN DE SIXTO
En el lugar de la Iglesia de Sisto, se encuentra la Iglesia Parroquial que acoge el que es denominado como el mejor conjunto pictórico del Renacimiento Gallego, contamos con la hermosa presencia de unos muros interiores cubiertos por la obra del llamado Maestro del Sisto, autor también de las pinturas que cubren las paredes de Santa María de Dozón.
Datadas en el año 1522, puesto que dicha fecha aparece dibujada en las paredes, junto con las escenas donde muestran la Pasión de Cristo, mezclado con los retratos de Carlos V y su doña Isabel de Portugal. A pesar de que hoy algunas están tapadas por una capa de cal, podemos observar a un Cristo llevado ante Poncio Pilato, recogiendo la famosa escena en la que Pilato lava las manos para no pronunciar una sentencia contra Cristo, dejando esto en las manos de los judíos. Junto a esta en la misma pared, tenemos el episodio de Cristo atado a una columna, donde sufre la Flagelación, para luego observar el descenso al Limbo de un Cristo poderoso.
En toda la recreación podemos contemplar las formas exageradas que deja entrever la evolución del Renacimiento hacia el Manierismo, la estilización de las figuras, así como el dolor que se recoge en los rostros distintos de Cristo, el sufrimiento que marca el cuadro de la Flagelación, donde aparece observado por los Reyes Castellanos. La imagen cambia en el Descenso al Limbo, donde vemos un Cristo poderoso, marcando la severidad en su rostro, y que observa arrodillados ante sí a una pareja desnuda.
La construcción del Templo parroquial así como la elaboración de las pinturas, se enmarca en plena Contrarreforma, por lo que se explica el origen de los frescos, ya que desde siempre el Arte estuvo al servicio de la Iglesia para adoctrinar los fieles, y ser vehículo de conocimiento de lo recogido en las Sagradas Escrituras y predicado por los párrocos, tenemos que valorar que en la época, la mayoría de la población era analfabeta, algo que se dejaba sentir más aún en el Rural. En este contexto Reformista contra Lutero, se explica la presencia del Retrato Regio, puesto que Carlos V fue el mayor abanderado de la Contrarreforma, donde la figura de Cristo fue exaltada como símbolo de la piedad encarnada por él.
ISABEL Y CARLOS
El Altar aparece enmarcado por el acceso de un gran Arco de medio punto, el cual corta la continuidad de la representación pictórica, y que dirige la vista hacia el Retablo Mayor del S.XVIII que recoge las escenas de la decapitación de San Juan Bautista, patrón de la Parroquia, coronada la composición por un Sagrado Corazón de Jesús de yeso. De madera dorada y policromada, acoge al Santo en el vano central, y muestra la inscripción de su elaboración; en el lado izquierdo tenemos la escena de la decapitación de San Juan, elaborada en altorrelieve, mientras que de la misma manera de composición, aparece a la derecha el Bautismo de Cristo por San Juan. Las partes altas del Retablo, están compuestas por la imagen de Santa Rita a la izquierda y la de San Pedro a la derecha, ambos las dos de madera policromada.